domingo, 1 de julio de 2012

Ramón Herrera, periodista

«Este libro recoge una serie de secuencias sobre el encierro de Pamplona que dan idea de la forma en que la industria del cine se ha hecho eco de esta carrera»


El periodista y cinéfilo txantreano Ramón Herrera nos habla su nuevo libro: 850 metros de celuloide. Secuencias del encierro de Pamplona en el cine. 



Antes que nada, háblanos de la génesis, de los comienzos del proyecto editorial que finalmente lleva el título de 850 metros de celuloide. Secuencias del encierro de Pamplona en cine. 
La publicación, surge de la colaboración entablada, años atrás, con la Federación de Peñas que participó activamente en la edición de dos obras anteriores mías relacionadas también con la Fiesta en la pantalla, como fueron Carnaval de ladrones: la película (recuperada) de los Sanfermines (2008) y The Sun Also Rises: Fiesta, Hemingway, Ciudad de México (2010), que sirvieron para crear un precedente en la edición de este tipo de publicaciones tendentes a recuperar nuestro patrimonio cultural desperdigado en esta ocasión a través de películas de cine y teleseries. En la producción y edición del libro han participado distintas peñas de la ciudad, así como también la Armonía Txantreana, que ha colaborado en el proyecto. Señalar también que, al igual que los dos anteriores títulos, los textos del libro están en castellano, euskara, francés e inglés. 

En esta nueva publicación, y también como en las dos anteriores, se priman los aspectos visuales, a modo de álbum… 
El libro es una consecuencia lógica de las dos publicaciones antes citadas, y de otra precedente, la de Cine y Sanfermines. 25 momenticos en la pantalla (Sahats, 2007), de la que también soy el responsable. En aquella ocasión, en el trabajo de investigación sobre el tema, fundamentalmente literario, y que luego dio paso al libro, quedó sin poderse incluir abundante material fotográfico de gran interés, que es el que a la postre conforma ahora estos 850 metros de celuloide, una serie de secuencias sobre el encierro de Pamplona, pintorescas en su mayoría, que dan idea también de la forma en que la industria del cine se ha hecho eco de la carrera. 

¿Y cuál ha sido esa mirada de la industria cinematográfica sobre nuestro encierro? 
Muy variopinta, muy dispar, como se puede suponer. La verdad es que la representación del encierro en el cine que se pudo hacer en películas de los cincuenta y los sesenta –Tú y yo somos tres, Fiesta, Luna de verano, Carnaval de ladrones o Un rincón para querernos, entre otras– siempre ha sido objeto de crítica por parte de nuestros mayores, que llegaban a la conclusión de qué mala era tal o cual película por la representación, a su juicio, nada realista, que se hacía de la carrera de Pamplona. Claro que hay que hacer abstracción de ese tópico sobre la fidelidad al recorrido, y hablar del juego cinematográfico que da el encierro en una película, y en ese sentido, hay historias, buenas o malas, y algunas que resultan fascinantes. Porque ¿de qué otra forma puede catalogarse el servirse del trayecto del encierro para perpetrar el atraco perfecto, o casi, en Carnaval de ladrones? O cambiando de registro, y rayando también en el surrealismo puro y duro, ver ligar a uno de los corredores durante el recorrido no con otro corredor, sino con su amada postrada en el balcón en Tú y yo… o, también, tomarse los 850 metros del encierro como si de un trayecto de poteo se tratase, o casi, en la película The Sun Also Rises (Fiesta) la adaptación mexicanizada de la novela de Hemingway, en la que Errol Flynn le daba a la bota que era un primor… 

A tenor de lo que apuntas, puede deducirse que hay secuencias cinematográficas muy divertidas. 
Sí, algunas son deliberadas en su comicidad, y otras involuntarias, cuyo humor no ha sido pretendido voluntariamente, pero que suelen resultar secuencias hilarantes en algún caso, según cómo se mire. Pero, si se me permite jugar con los tiempos de multiculturalidad que vivimos, y de paso también utilizar el tópico de aromas y sabores de nuestros días, puede convenirse en que ya desde los tiempos de Fiesta (1957) tuvimos unos Sanfermines con sabor a tequila, y otros, a través del tiempo, con sabor a barbacoa, los de Cowboys de ciudad ( 1991) con Billy Crystal haciendo el maula con los toros, aunque no tanto como la pareja Tom Cruise y Cameron Diaz, irrumpiendo con su Ducati último diseño ante la manada en Noche y Día. Y luego están, claro, los Sanfermines al curry, versión Bollywood, de Sólo se vive una vez… 

La capital navarra ha sido plató cinematográfico en un buen número de encierros… 
Sí, se han dado casos muy curiosos al respecto. El más sangrante quizás, el de The Football Factory –Diario de un hooligan, se llamó aquí–, que tras recrear y rodar el encierro por activa y por pasiva, aquí en Pamplona, la producción de la película cambió de manos, y al final la película, a diferencia de la novela en que se basaba, optó por no incluir ninguna secuencia sanferminera, ni por supuesto del encierro que se filmó. Y, claro, muy concurridos han sido también los de la teleserie Hemingway, aquella que trajera aquí al actor Stacy Keach en 1987 y en la que participaron también muchos corredores habituales del encierro… 

Imagen recogida en el libro de Ramón Herrera donde se ve al actor Stacy Keach interpretando al protagonista de las serie «Hemingway», grabada en Pamplona en julio de 1987.



En la que también, al igual que en el rodaje del film de Bollywood, Solo se vive alguna vez, participó gente del barrio… 
Sí, en la de Hemingway, y guardando el anonimato debido a la carrera, participaron distintos socios de la Armonía Txantreana, a los que se puede ver junto a los actores protagonistas… 

Antes hablabas de la participación de la Armonía Txantreana en la edición de la publicación. Hablamos de la Txantrea como de un barrio cinéfilo… 
Bueno, por aquí recaló durante un montón de años un tal Montxo Armendáriz, que parece que suena un poco por ahí, incluso en Los Angeles… Y ahora en serio. Aquí estuvo y sigue estando Auzotegi, un referente obligado, a la hora de hablar de iniciativas audiovisuales desde mucho tiempo atrás. Hay certámenes literarios, cada vez con mayor empaque. Y luego, por el barrio también hemos ido a coincidir un buen número de periodistas y escritores, en muy variadas disciplinas, que, creo, puede que, en parte también, seamos reflejo de una sensibilidad cultural arraigada aquí desde mucho tiempo atrás… 

Una última pregunta, obligada. ¿Dispuesto a disfrutar de la Fiesta? 
Me obligas a una cita cinéfila bastante facilona: Mientras el cuerpo aguante… que, por otro lado, era también el título de una de las primeras películas, un documental de Fernando Trueba, sobre uno de los personajes más fascinantes y marginales de la cultural popular española, un intelectual, auténticamente maldito: Chicho Sánchez Ferlosio.



No hay comentarios:

Publicar un comentario